viernes, 30 de abril de 2010

Chile, un ojo al Universo

El pasado lunes 26 de abril, los chilenos vimos en los medios de comunicación la noticia de que nuestro país se adjudicaba, en desmedro de España, la instalación del European Extremely Large Telescope (E-ELT). En castellano: “Telescopio Europeo Extremadamente Largo”.

Este fabuloso observatorio, que entrará en función el 2018, estará ubicado en el cerro Armazones, a pocos kilómetros al sur de Antofagasta. Pero ¿cuál será el real impacto que este instrumento tendrá en nuestro país? O mejor dicho ¿es una noticia positiva? En lo personal, pienso que es genial.

Con esta adjudicación, Chile pasa a ser la plataforma de observación astronómica más importante en la faz de la tierra. Pero también hay que tener en cuenta, que se consolida una imagen país muy potente, la de ser una “ventana al Universo”.

Chile es reconocido internacionalmente por una naturaleza privilegiada. A esto debemos sumar la estabilidad política y la seguridad social que sólo podemos admirar cuando visitamos otros países, especialmente los vecinos. Por eso, el privilegio de ser anfitriones de nuevos conocimientos para la humanidad, abre el camino a nuevas oportunidades para nuestros científicos de cooperar y marcar presencia en el mundo de las ciencias.

No sólo ganamos un nuevo telescopio para el norte grande, si no también, la oportunidad de ser socios con el European Southern Observatory (ESO) que es en la actualidad la organización más poderosa del mundo en investigación astronómica, y es por ello que siento una inmensa alegría por los astrónomos nacionales, los cuales se potencian como unos de los más experimentados a nivel global.

También ganan los ingenieros y técnicos nacionales, debido a que mucha de las tecnologías que usará el E-ELT tendrán que ser inventadas y esta, es una gran oportunidad para aportar a su desarrollo.

Al igual que los anteriores, nuestros “maestros” - la mano de obra - aportarán con la experiencia en construcción necesaria para semejante coloso (recordemos que este súper telescopio medirá más de 100 metros de altura) Además, bien sabemos de construcciones antisísmicas, lo cual es una ventaja sobre los eventuales trabajadores europeos que vendrán.

Todo esto consolida a la región y a la ciudad de Antofagasta, como un polo gigante de desarrollo económico y científico. Ya lo había dicho el Premio Nacional de Ciencias (1993) Eric Goles: “La astronomía es a la ciencia del país, lo que el cobre es a su economía” frase que cobra más verdad cuando vemos políticas serias y compromisos por parte del Ejecutivo.

Por lo tanto, ha sido una semana de gran regocijo para Chile y sus científicos. Se abre una ventana de oportunidades y descubrimientos de los cuales seremos protagonistas. Participes en del desarrollo científico del siglo XXI.

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